El análisis transaccional es la base de las Constelaciones
Familiares.
Taller de destrezas en Análisis Transaccional.
Luego de muchos años dando constelaciones familiares, Bert
Hellinger, que se formó inicialmente en Análisis Transaccional,
vuelve a hablar de “guion de vida” en sus talleres.
El poder del Análisis Transaccional para desbaratar las
estrategias que nos montamos para sabotearnos es francamente poderosísimo.
No sólo tenemos una firme lealtad con papá o mamá; hemos
grabado en un periodo altamente sensible (antes de los cinco años de edad) toda
la información sobre cómo será nuestro destino. Cómo será nuestra vida y
nuestra muerte. A qué edad trabajaremos y de qué, qué profesión escogeremos y
si fracasaremos o triunfaremos en ella, con quién nos vamos a casar y cuantos
hijos tendremos, a qué edad nos vamos a divorciar, e incluso de qué enfermedad
vamos a morir, a qué edad y quienes estarán allí en ese momento de desenlace
final del guion vital.
Todo está grabado y codificado para que se active con la
presencia de todas aquellas personas que necesitamos para el exacto cumplimiento
de ese guion.
Pero no tienes por qué ser esclava de esa información
inconsciente; el primer paso es hacerla consciente y con movimientos sistémicos
y trabajo en el espacio, en nuestro próximo taller de Análisis Transaccional,
comenzaremos a disolver los efectos nocivos de ese guion.
Mamá y papá (nuestros Padres) grabaron ese guion
inconsciente durante aquellos primeros años y así nos convirtieron en un ser
aburrido o vital, deprimido o entusiasta.
La lealtad hacia ellos hizo que no viéramos sus
incongruencias. Por ejemplo, igual papá o mamá hacían pequeñas trampas en el
cambio cuando compraban algo, pequeños delitos, y esto no era congruente con el
resto de la información. Y, al mirarlos, pudimos ver aquella sonrisilla de lado
de cómplice que nos pedía guardar el secreto: era el Niño interior de ellos
mismos, que estaba dándonos un permiso, pero en otro contexto, y para el niño
no hay diferencia de contextos: todo el espacio, a esa edad, es el de papa y
mamá, sobre todo ésta última, ese mismo padre blandía en alto sus elevados
valores, que nosotros sabíamos que no eran tales, al menos en todos los
momentos y lugares.
Luego, ya adultos, nos metemos en juegos sociales más audaces:
un multinivel que nuestro adulto nos está diciendo que es una estafa y que no
va a funcionar. En una flor de la vida, que nuestro adulto, si pudo crecer,
sabe que no va a funcionar y que es lo más parecido a una estafa. Pero allí
surge nuestro niño interior en complicidad con el niño interior de aquella
madre que nos guiñó un ojo cuando estafaba alguien en un pequeño cambio en la
tienda, surge bajo la forma de sensaciones internas que, mareados como estamos
y confundidos por tantos años no siendo nosotros mismos, aceptamos como una “señal
positiva”. En el fondo, sabemos que eso no es así, pero el niño interior
necesita estímulos excitantes y apuestas arriesgadas y una satisfacción adrenalínica
inmediata, y nos lanzamos a aquello que sabemos que no va a funcionar. La misma
actitud tenemos a la hora de casarnos o empezar un negocio, adormecidos como
estamos para desarrollar nuestro Adulto debido a los mandatos en contrario: si
me hago adulto descubro la verdad, es más seguro vivir en la mentira. El
resultado es siempre el mismo: fracaso y depresión, gran frustración e
impotencia. Porque ahora viene nuestro Padre interior a darnos la madriza del
siglo con recriminaciones internas a ese niño interior travieso que se activa
sin que podamos pararlo. Así te pasas la vida en un sube y baja emocional continuo
sin ningún resultado, llorando de vez en cuando y yendo a jugar al juego de la “terapia”
con algún profesional igualmente dormido respecto de sus dimensiones internas activas,
y conseguimos que nos alienten otra vez a continuar por el mismo camino.
De ese modo vamos acumulado una y otra vez, esa emoción que
siempre sentíamos cuando nuestros padres nos castigaban y a demostrar que no
podemos superarlos a ellos, que en el limbo de la conciencia siguen siendo
grandes, poderosos y saliéndose con la suya, mientras tú no puedes hacerlo.
¿Piensas acaso que
ellos eran más felices que tú? De ningún modo, ellos también arrastraban ese
dolor resultante de la lucha entre los mandatos de su propio Padre interior y
las travesuras y permisos de su propio Niño interior.
Tienes que salir afuera, al aire fresco, fuera de tu mente y
observarla con objetividad, la que nace de un adulto desarrollado y empoderado.
En el Taller de Análisis Transaccional que haremos el 25 de
marzo de 10 AM a 8 PM, vamos a activar en tu ser todos estos personajes que te han
estado haciendo la vida a cuadros. Para ello, entre otras cosas, te pedimos que
traigas ropa, maquillaje y juguetes porque haremos mucho trabajo de interiorización
y de activación de esos personajes. Para al fin liberarte definitivamente de
ellos.
Héctor D’Alessandro
Será en Xalapeños Ilustres 88
Escuela Internacional de Coaching de Xalapa
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Inscríbete al 2281 78 07 00 o al 2281 82 88 84
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