lunes, 27 de febrero de 2017

La esposa del ex gobernador y Un Curso de Milagros


La esposa del ex gobernador y el Curso de Milagros.
(Dos noticias buenas.)
Primera noticia buena.
Se comprueba, una vez más, que sólo por pensar en positivo, incluso si lo repites diez, veinte o setenta veces por día, tal y como recomienda Jesucristo para el perdón: repetir “setenta veces siete”, no alcanza.
En estas columnas de afirmaciones encontradas a la esposa del ex gobernador de Veracruz falta algo; y lo que falta es la columna de respuestas. Es decir: todo aquello que, por el solo hecho de afirmar algo positivo acerca de uno mismo, va, necesariamente a surgir.
Si te pones a trabajar en ti mismo, afirman grandes, maestros, si te pones a grabar luz en tu disco duro, va a emerger, necesariamente, oscuridad.
Si no le das lugar a toda la oscuridad que surja; ya sea dejándola escrita en el papel, o dándole un lugar (incluyéndolo) en el espacio durante una constelación familiar, esa oscuridad, que está fuertemente grabada en el inconsciente, va a emerger.
Un gran maestro español, solía decir: “tengan cuidado si trabajan con la Luz, porque saca la oscuridad”.
Por eso el Curso de Milagros, cuando el trabajo con afirmaciones te produce demasiada ansiedad, inquietud, molestia, agitación, sentimientos negativos como la rabia, la preocupación o bien una sensación de que se avecina la depresión, te sugiere que te detengas.
Lo que eso significa es que el oscuro saco lleno de gatos enrabietados, en que consiste la mente del ego, se ha puesto a sacudirse porque tú le has introducido algo tan luminoso como una afirmación positiva.
Lo importante no es pensar positivo, ni tampoco sustituir cada pensamiento negativo por uno positivo, sino adquirir, mediante el entrenamiento, la capacidad de cambiar tu pensamiento y tu estado interno. Cambiarlo en el momento mismo en que surge.
“Puedes comenzar tu día en el momento en que quieras”.
La propia Helen Schucman, canalizadora de la totalidad del Curso de Milagros, falleció afirmando hasta el último día de su vida, que no creía en el Curso de Milagros. Eso no hace a su destino mejor ni peor que el de otras personas. Esa preferencia por un destino a cambio de otro, no es más que otro juicio del ego, del cual el propio Curso afirma que está “demente”. 
Diversos modos de trabajar con el propio interior inconsciente nos permiten tocar, aunque sea superficialmente, esa bolsa de gatos llenos de rabia en que consiste el depósito de pensamientos inconscientes de nuestro ego. Todos son buenos para alguna persona; no los hay mejores. Como el curso de milagros tiene el propósito expreso de despertar al Maestro Interno, recomienda no trabajar más de cinco o seis minutos al día, en varias de las prácticas o ejercicios. A esto yo le llamo prudencia, y está bien porque muchas personas van a hacerlo a solas en su casa.
Cuando se trabaja con afirmaciones, como en el caso de Karime Macias, la esposa del ex gobernador, muchas personas piensan que por el solo hecho de afirmar algo, esto se va a grabar firmemente y tenderá a cumplirse, eso no es verdad. Eso es una mentira producto de la falta de experiencia comprobada.
Lo voy a explicar invirtiendo el modo de pensar habitual; por el absurdo, como suele decirse en matemáticas. Demostrar algo por el absurdo, en matemáticas, quiere decir que no pudiendo demostrarse algo de modo directo y positivo, se recurre a demostrarlo que si algo no fuera verdadero se produciría una serie de contradicciones en toda la secuencia de pensamientos que desbarataría incluso afirmaciones sólidamente demostradas.
Voy a poner ejemplos, vamos a suponer que la presencia de las puertas en los hogares entrara en cuestión y alguien afirmara que se han inventado por estética y no por un afán práctico de protegerse de las alteraciones externas de la temperatura. Para demostrarlo por el absurdo, podría inventarme un experimento en el cual se fabricarían puertas de papel o de algún tipo de seda o algodón que resultaran extremadamente bonitas, tanto que en todas las casas desearan comprarlas para instalarlas en una zona por ejemplo de bajas temperaturas.
El origen de la creación de las puertas quedaría demostrado de inmediato, alcanzaría una hora con ese tipo de puertas instaladas para que cualquiera pudiera experimentar en su propio cuerpo el carácter de verdad de la afirmación que dice que las puertas se inventaron para protegerse de las temperaturas extremas. 
Este ejemplo experimental es del tipo de demostrar algo por el absurdo.
En términos teóricos y muy generales, consiste en afirmar algo que a todas luces no es verdadero como cierto y comprobar las alteraciones que produce en la totalidad del sistema de pensamiento.
Un ejemplo más sería el de afirmar que la gravedad no existe, a partir de ese momento, toda una serie de fenómenos explicables, pasan a ser inexplicables.
Bien, pasemos a la práctica habitual, entre muchas personas, de usar, por escrito u oralmente, las afirmaciones positivas. Entendiendo por positivas el que se desea que sean verdaderas tal y como se las formula, no el que posean algún tipo de brillo o luz divina en su aureola. Siguiendo el ejemplo de la esposa del ex gobernador, ella no afirma algo en negativo. No dice por ejemplo “no quiero ser una persona que no merece abundancia”, sino que formula “en positivo” su aseveración, diciendo “sí merezco abundancia”. Con que solo escribiera “Merezco abundancia”, ya sería un pensamiento clasificado como positivo.
Por motivos en los que aquí por ahora, no nos vamos a extender, también podría haber afirmado “no merezco abundancia” y, aunque fuera por intrincados caminos, habría llegado a resultados en su existencia similares; quizás incluso habría llegado a mejores resultados.
Veámoslo en la práctica.
Cuando alguien afirma algo de ese tenor; “Yo merezco abundancia” (que sería más acertado que el modo impersonal en que lo hizo la señora del ex gobernador), en el cerebro, órgano inevitable en todo este proceso, se producen un conjunto de imágenes sonidos y sensaciones que se diseminan, bajo la forma de sustancias, por el cuerpo y que inducen un acarreo de enzimas, que acaban produciendo un estado en el cuerpo y en la mente que podemos llamar “positivo” en el sentido de benéfico, agradable, bienestar, estado óptimo, excelente, etc. Podemos pensar incluso que acuden a su mente toda una serie de imágenes agradables en las cuales se ve a sí misma nadando literalmente en dinero dentro de una piscina, etc. Esto viene a resultar en una suerte de baño bioquímico del cuerpo y necesariamente del sistema nervioso que, renovado con frecuencia, producirá un encauzamiento del pensamiento y de la conducta hacia la obtención de esos objetivos deseados.
Ahora bien, cuando el trabajo está orientado correctamente, según el modo real de funcionamiento del espíritu, debe otorgársele su lugar dentro del sistema.
Y vamos a demostrar esto con un ejemplo que es análogo a una demostración por el absurdo.
Si la persona afirma, en lugar de “Yo merezco abundancia”,  “Yo no merezco abundancia”, empiezan a suceder cosas realmente interesantes.
Para empezar, sólo con pensarlo, seguro que la persona tiene toda una serie de pensamientos de miedo ante la formulación de ese pensamiento, y de rechazo ante la sola idea de imaginarse a sí misma haciéndolo.
Esa es una reacción inconsciente resultado del aprendizaje que la persona ya realizó en su vida a nivel inconsciente. Hay elementos en la vida que son positivos o deseables por sí mismos y hay otros que no son deseables y que deben rechazarse. Esta es la famosa “dualidad” de la mente de la que habla el budismo y el zen, dos modos de trabajo con la propia neurofisiología de alta eficacia, y que se parecen muchísimo al modo de trabajo con el Curso de Milagros.
Cuando uno se hace practicante del budismo, lo que busca es un estado, el estado llamado de “budeidad” de la mente; en ese estado se observan con precisión las sensaciones agradables que constantemente está produciendo el sistema nervioso en el marco de nuestro cuerpo y se observan con idéntica precisión las sensaciones desagradables que de un modo igualmente constante está produciendo el sistema nervioso en el marco de nuestro cuerpo. La clave en este trabajo de decenas y decenas de horas sentado meditando durante días consiste en que conduzcamos a la mente a un estado de “ecuanimidad”, desde el cual poder observar en el mismo inalterable estado la producción de sensaciones desagradables y agradables en nuestro cuerpo mente, y mantener el “desapego”. (Invito a las personas que lean este artículo a que concurran a realizar una meditación Vipassana durante diez o durante cuarenta y dos días y experimentarán este modo de la iluminación en el marco del propio cuerpo.) La auto-observación propia del budismo consiste en que te vuelvas auto-consciente del modo en que se inicia, aparentemente sin que tengas control sobre ello, un movimiento de tu ser interior en la dirección de un aumento de una sensación desagradable, como puede serlo un estado de ira, y puedas manejarlo en origen. Lo mismo vale para el inicio de una oleada de sensaciones sumamente agradables, de las cuales también te puedes volver adicto y tratar de vivir siempre allí, cuando en realidad, el único estado permanente en tu propio interior (que es lo que realmente puedes manejar) es el de la impermanencia de todos los estados (tal como surgen desaparecen, y vuelven a surgir, para luego volver a ser sustituidos por otros estados). La ecuanimidad en la impermanencia se parece al surf, con el cual ha sido comparado repetidas veces por quienes han tenido la experiencia. Y aquí hay que destacar que todos en algún momento accedemos a ese estado, lo que sucede es que no hemos sido entrenados para afianzarnos en él, nos entonces práctica.
El curso de milagros te ofrece la posibilidad de afianzarte mediante la práctica, trabajando desde la mente consciente para ir entrando poco a poco en zonas cada vez más profundas.
Volvamos a la afirmación negativa de la que hablábamos anteriormente para comprender cómo funciona el Curso de Milagros y cómo funciona en general el trabajo con el pensamiento.
Supongamos que una persona supera todos sus miedos supersticiosos ante el hecho de afirmar: “Yo no merezco abundancia”. Sería todo un logro, en términos del Curso de Milagros, constituiría un avance sustancial. Sería darse cuenta de que sus pensamientos no lo van a atacar. Que no debe tenerle miedo a sus propios pensamientos. No son entidades separadas de él mismo, han sido creados por la persona con todo el poder creador de que dispone desde el momento en que nació. A ese poder creador es al que llamamos Dios en Occidente y en el Curso de Milagros. Es el vacío creador del zen y del taoísmo, es el tao del cual surge todo y muta de formas al alejarse de sí mismo.
Bien, la persona entonces afirma “Yo no merezco amor”. ¿Qué sucede a continuación? Se manifiestan en su cuerpo toda una serie de sensaciones desagradables que hasta ese momento la persona no sabía que estaban imbricadas fuertemente con su ego y que se manifiestan en el marco de su cuerpo y de su imaginación. Puede que vea en su mente toda una serie de imágenes de derrota y de fracaso y de miseria. Puede que se vea a sí misma abandonada de la mano de Dios y totalmente carente de amor y del acompañamiento de otras personas que lo amen y lo apoyen. Un drama. Un drama de los que habitualmente “Ego Producciones” facilita a la mínima oportunidad.
Supongamos ahora que esa persona no tiene a su lado ningún facilitador que lo asesore sobre cómo trabajar con esas imágenes de ataque que han surgido de su propia mente; ¿qué puede pasar y de hecho qué es lo que pasa habitualmente?
Lo que viene a sustituir el estado miserable en el que la persona entra, es un conjunto de imágenes sustitutas y luego un conjunto de sensaciones sustitutas, todas de signo contrario. Ha generado unos antídotos. Puede incluso que se hable a sí misma recordando todas las veces en que su comportamiento y su actitud y su estado interno le dijeron claramente que sí merece amor.
Esto es lo que pasaría si la persona librada a sus propios recursos hace este ejercicio.
Se hace fuerte volviéndose vulnerable, por un rato o por unos días, frente a todo aquel material escondido que hasta ahora no había sido mirado ni se le había dado un lugar dentro del manejo habitual de la conciencia.
Entre otras cosas, la conclusión de este simple ejercicio, lo que nos dice es que habitualmente vivimos “en positivo”, es decir que vivimos dando vuelta la cara a lo que nos desagrada e intentando mantenernos firmes ante el fuerte oleaje de la negatividad interior creyendo que estamos o somos “positivos”.
El problema es que todo ese material oscuro pide constantemente un lugar en la vida de nuestra conciencia y en nuestro cuerpo. Y si no hacemos algo, lo va a obtener. Lo va a obtener como resultados; como le sucedió a la misma Louise Hay antes de su despertar definitivo. La persona se pone “en positivo” y sin embargo le suceden cosas malas, en el caso de Louise Hay fue un tumor en la matriz lo que la hizo despertar. Ella era instructora de la Iglesia de la Ciencia Cristiana en pensamiento positivo desde hacía muchos años cuando le sobrevino la patología. Había estado mirando para otro sitio, había intentado “ser positiva”. Sólo lo había intentado. La mayor parte de las personas no necesitan de aprendizajes tan duros para despertar y decidirse a manejar su mente y sus emociones y acceder así a un momento santo, un momento con propósito. Así le sucedió a la esposa del ex gobernador.
Para evitarse estos efectos indeseados, en el Curso de Milagros se utiliza un ejercicio muy bueno que es el de imaginar las consecuencias ultimas de nuestras predicciones (incluso las evaluadas por la mente del ego como negativas) para nosotros mismos. Y darse cuenta de que todo eso es absurdo y no es real. Así nos entrenamos para afrontar el conjunto de pensamientos con los que solemos asustarnos a nosotros mismos en la soledad y también a lo largo del día durante la actividad en compañía. Por eso en el Curso de Milagros se afirma que “puedo ver esto de otra manera”. Pero para verlo de otra manera, primero tengo que verlo tal y como lo he creado, de un modo demente. No puedo sanar algo que no estoy viendo, no puedo manejar algo que no veo.
La clave sobre en qué nivel estás trabajando te la van a dar tus resultados.
Los resultados del ego te dejan insatisfecho. La señora del gobernador estaba insatisfecha consigo misma de algún modo en el momento en que escribía esas afirmaciones; como mínimo podemos suponer que no se sentía merecedora de la abundancia. Parte de un vacío, de una carencia, de una falta, pero ese aparente vacío está lleno con algo, porque la potencia creadora de la mente que poseemos los humanos, que está identificada con Dios, si nos mantenemos hablando en estos términos, es inagotable. Si no tomamos el mando viendo con ecuanimidad, es decir, en términos del curso de Milagros “despertando al Maestro interno”, el ego lo va a tomar, porque esa es su naturaleza inercial. Si no hacemos algo, él lo hará por nosotros; basado en el automatismo de su propia naturaleza. Va a rellenar la experiencia con algo y ese algo son los pensamientos de carencia; y estos se van a expresar en nuestra vida a modo de resultados.
En la vida del Espíritu no existe un infierno pequeño, no hay infiernos mejores que otros. Yo no soy mejor porque no soy la esposa del ex gobernador. Yo estoy haciendo lo mismo que ella, tratando de manejar mi mente lo mejor que puedo y contando para ello con un instrumento muy poderoso: la mente del ego. Con la diferencia de que puedo contar con herramientas más sutiles a mi disposición, herramientas que no tuvo esa señora en el momento en que escribía esas afirmaciones. Lo que veo ahí fuera es lo mismo que está pasando en mi propio interior. Los que se burlan de la señora, lo único que están haciendo es mostrar su desconocimiento sobre cómo funciona la mente humana, divina si se quiere, animal si no se la instruye. Los maestros zen llaman a la doma de la mente humana “la doma del buey”, haciendo una analogía con esa actividad, mostrando asimismo su carácter rutinario, existencial y continuo. El paraíso también está aquí, solo hay que trabajar para entrar en él. Y continuar trabajando para seguir en él.
Si solo afirmo aquello que deseo, y no miro todo aquello de lo que no soy consciente y que surge a mi pesar, estoy creando una doble resistencia ante el resurgimiento de mi parte oscura. Una capa de pintura encima de una pared mal preparada para ser pintada, la humedad va a reaparecer.
La manera de ver finalmente todo aquello que no veo se da mediante un entrenamiento, a esto nos invita el Curso de Milagros. Y entrenarse en unos términos muy concretos: ver lo que hasta ahora no podía ver. Darle un lugar. Darme cuenta de que aquello que al parecer veía, tampoco lo estoy viendo, solo es el resultado de un entrenamiento en una sola dirección, es un recuerdo. Y cobrar conciencia psicofísica de que dejar de ver del modo habitual (demente) es la posibilidad de acceder a la visión libre de dualidades.
Afirmar mecánicamente sin un trabajo suplementario de indagación, es solo repetir, pero sin remover previamente el material que ya estaba bien grabado y programado en la mente de mi ego.      
Por este motivo el Libro de Ejercicios del Curso de Milagros, de un modo progresivo, te conduce a dominar las reacciones de la mente del ego frente a tus propios pensamientos.
Que la señora Karime Macias haya hecho uso de un procedimiento para alterar la dirección de sus pensamientos, es altamente alentador, a todos los niveles. Los seres humanos, constantemente, estamos trabajando para salir del infierno que continuamente creamos. Los ricos y poderosos también quieren acceder a esa conexión consigo mismo que implica estar conectado al mismo tiempo con el Ser Esencial; no nos liberamos solos. Y sus resultados son altamente instructivos, nos redirigen para que cada día afinemos la puntería en el trabajo con esa sofisticada herramienta que  no siendo totalmente del Espíritu nos permite conectar con el Espíritu, y que es la mente.

Segunda noticia buena.
Esta es la buena noticia para los facilitadores de cualquier herramienta de trabajo en el desarrollo humano; sobre todo para aquellos que aún excluyen a algunos sectores de la población y que pueden pensar que una persona que es miembro de la élite no tiene por qué tener un interés espiritual. Esta noticia demuestra, al revelarse, que todos, en cualquier nivel social, están interesados en crecer. Y sobre todo que los facilitadores, a poco que se esfuercen, verán cuanta gente realmente poderosa y próspera, está igualmente interesada en trabajar en su propio desarrollo personal.

Héctor D’Alessandro 2017
Un Curso de Milagros. Taller todos los jueves de 6 a 8 PM en Xalapeños Ilustres 88
Col. Centro Xalapa. Contacta con nosotros al 2281 78 07 00 o al 2281 82 88 84.
En el taller que brindamos todos los jueves, procuramos conectar el trabajo psicofísico con el Curso de Milagros, con nuestra realidad inmediata y cotidiana.
Puedes integrarte al curso en el momento en que quieras.  

lunes, 20 de febrero de 2017

El arte del “feedback” y el Análisis Transacccional. Héctor D'Alessandro


El arte del “feedback” y el Análisis Transacccional
Héctor D’Alessandro

Feedback se puede traducir como realimentación, reacción o también como estímulo de respuesta.
La eficacia excelente en el arte del feedback se sustenta en la teoría que da estructura y congruencia a la emisión de tu feedback
En realidad, todos estamos en disposición de dar respuesta o estímulo, de hecho, lo hacemos continuamente.
El problema radica en que muchas veces nuestro feedback desconcierta, desanima, o sume en una condición no demasiado positiva a la persona con quien interactuamos.
No moviliza energía en esa persona como para que se ponga en una actitud proactiva, o reflexiva que pueda resultarle útil. La deja, en muchas ocasiones, igualmente inactiva y a veces igualmente dormida respecto de su comportamiento inconsciente, de sus actitudes, de sus respuestas fijas que se han vuelto patrones inamovibles.
Un buen feedback debería, en condiciones óptimas, movilizar la energía del cliente o del paciente y hacerlo percibir aquello que hasta el momento de llegar a nuestra consulta no podía percibir, no tenía permiso para percibir o tenía sistémicamente vedado percibir.
Un buen feedback debe sacar al cliente de su zona de confort y teniendo una intención positiva, debe poseer energía e intensidad suficientes para que el cliente empiece al fin a despertar de aquella zona donde no va a encontrar respuestas o de aquella actitud con la cual tampoco va a encontrar, ni respuesta ni solución a sus asuntos o a sus bloqueos.
En cierta ocasión, la terapeuta Ariadna Aragón, me preguntó cómo era que daba los feedbacks que doy, que, pareciendo en apariencia “suaves o sutiles”, escarbaban, sin embargo, en zonas realmente amenazantes para el cliente.
Esa pregunta me hizo reflexionar y observar, me hizo automodelarme, para averiguar en dónde radica la fuerza tranquila del feedback que aprendí, con grandes maestros, a dar.
Puedo mencionar a varios, sobre todo a mi maestro de rebirthing, Adolfo Domínguez Martínez, una persona que descargaba sus “feedbacks” sobre el alumno con una potencia, con una vitalidad y sobre todo con una certeza demoledora y de quien aprendí simplemente estando a su lado en los cursos, siguiéndolo paso a paso y en definitiva imitándolo.
Pero, el feedback está basado, puedo afirmarlo hoy con claridad, en el  entrenamiento que tú tengas como coach o facilitador en una teoría. El entrenamiento que tengas para no divagar y saltar con tu mente a cualquier ámbito mental del sentido común o de los antiguos aprendizajes, no siempre positivos. El feedback está vinculado a la congruencia personal a nivel profesional. Si la teoría que estás enseñando ha pasado a formar parte tuya con una grado de consustancialidad importante, es decir, si has transformado realmente tu modo de pensar y percibes el mundo y la interacción a cabalidad de ese modo y lo haces durante las veinticuatro horas del día, realmente has reseteado tu mente y nada puede afectarla, ni las opiniones circunstanciales de los clientes ni el pernicioso deseo de quedar bien con el cliente. Si has adquirido, por ejemplo, la capacidad de encontrar la solución ante cada problema, nadie te podrá hacer creer que un asunto humano no tiene solución; y por lo tanto, por derrotista que resulte el cliente, no va a seducirte con esos falsos cantos de sirena que conducen a la ansiedad o a la depresión de siempre.
En ese sentido, un entrenamiento neurofisiológico, en pensamiento, en pensamiento teórico, en actitud corporal, en postura física, en lectura del propio interior, en busca de los sentimientos que aquí y ahora se están manifestando, con la poderosa teoría del Análisis Transaccional, te va a proveer de una fuerza y una presencia interior capaces de leer con certeza y de reaccionar (o sea: dar feedback) con pasmosa puntería ante cada estimulo procedente del cliente.
El Análisis Transaccional te permite dar en el clavo porque es una lectura dinámica y multidimensional de la realidad del cliente. Te permite leer dónde está y adónde se dirige y advertirle (con el feedback que el cliente necesite en cada momento: mandato, permiso, fuerza, ternura, acción, pasividad) para que rectifique su camino.
Si lees la realidad desde el punto de vista del Análisis Transaccional acertarás en el cien por cien de los casos en cuanto a los posibles escenarios futuros del cliente y le aportarás herramientas neurofisiológicas suficientes y necesarias para que altere a voluntad su estado interno y su camino.
Un amigo, me dijo en España en cierta ocasión, durante un taller de AT, “esto es fantástico, es como un entrenamiento de “marine” para el cuerpo mente: no te deja caer y siempre sabes a dónde ir”.
Había aprendido a leer sus caídas en la laxitud del desánimo inducido por el guion vital y a rechazar con enérgica resolución los caminos que no eran el suyo. Había aprendido que merecía algo mejor para su vida.
El Análisis Transaccional nos enseña que lo que más frena a las personas y las convierte en viles payasos de su propia vida, en cobardes observadores de la vida de los otros, en falsos hombres poderosos, en trapos donde limpiarse los zapatos para otro, es que las personas tienen incorporados, desde la época en que eran niños y admitían sin filtros reflexivos todo el material que se les transmitía en el orden intelectual o físico desde del exterior. Un material ante el cual no podían defenderse, dado que entre los cero años de edad y los siete, los niños permanecen las veinticuatro horas del día en estado de trance hipnótico, es decir, con sus cerebros funcionando en la banda de frecuencia de entre ocho y trece mega hertzios (MHZ) por segundo y por lo tanto estaban grabando toda la información circundante como propia. Así grabaron y resultaron programados para conocerse a sí mismos con aquellas palabras con que los designaban los alumnos.
Una investigación realizada en EEUU y en el Reino Unido con micrófonos de grabación colocados detrás de la oreja, determinó que en los ocho primeros años de vida los niños reciben: 1 Aprobación cada 9 reprimendas y, escuchen bien y vean los que dicen los datos: más de 100 mil negativas del tipo ¡No hagas eso! ¡No pongas la mano ahí! ¡No rayes eso!
Esto da un resultado de 34,2 negativas diarias y el día solo tiene 24 horas.
Supongamos que el niño duerme ocho horas, lo cual no es verdad en los primeros años de vida, aun así da un escalofriante resultado de, atiendan bien:
2 negativas por hora en los primeros ocho años de vida. Dos aprobaciones diarias frente a 34,2.
Las investigaciones en desarrollo de capacidades cognitivo afectivas indican que los niños hacen las cosas bien para recibir la aprobación de mamá y “éxito” en términos de esta teoría del aprendizaje, significa ni más ni menos que recibir la aprobación de mamá. Imaginen entonces cuál es la situación real de los niños que fuimos y que aún llevamos dentro de nosotros. Luego de leer estos datos, cuesta un poco afirmar que somos personas positivas. El Análisis Transaccional te permite leer mucho más allá de las aprobaciones y las restricciones y detectar realmente dónde están viviendo en tu interior (en tu niño, en tu adulto o en tus padres interiorizados inconscientemente) los permisos y los mandatos.
La gente está llena de “mandatos” y “permisos”; el problema radica en que las personas muchas veces no saben que tienen permiso para triunfar pero solo con el mandato de hacerse daño con ese permiso. O bien tienen permiso para fracasar con el mandato contradictorio de que triunfen, con lo cual su fracaso, del que platicarán al mundo con una sonrisa incongruente, es en realidad el éxito que se esperaba de ellos. Nada de esto se hará evidente si el feedback no es el adecuado; llevas muchos años de trampas y autosabotajes para que esos elementos perniciosos de tu vida salgan a la luz con bonitas palabras desacertadas. Para esto el arte del feedback, que aprenderás a producir en niveles excelentes, resulta fundamental.
En el modelo de trabajo neurofisiológico que propongo, trabajaremos con tu propio interior inconsciente y cambiar desde el nivel celular esos permisos y mandatos incongruentes que no te permiten vivir tu propio destino.
Contacta con tu Niño Interior Maravilloso, fuente de toda potencialidad y de toda creatividad, para ser amado y próspero.
Héctor D’Alessandro
Comenzamos el 25 de marzo a las 10 AM. Seis sesiones en total.
25 de marzo de 2017
22 de abril
20 de mayo
17 de junio
15 de julio
19 de agosto

2281 78 07 00 – 2281 82 88 84
Xalapeños Ilustres 88 (Col. Centro – Xalapa)

Taller de Destrezas en Análisis Transaccional

Taller de destrezas en Análisis Transaccional


Héctor D’Alessandro
2281 78 07 00 y 22 81 82 88 84
(Marzo – Agosto 2107 Xalapa)
Escuela Internacional de Coaching de Xalapa

Objetivos
Que el alumno/a incorpore en su repertorio de respuestas neurofisiológicas inconscientes el modo de lectura de la realidad, de las interacciones sociales y terapéuticas, propio del Análisis Transaccional (AT)
Que pueda por consecuencia, percibir de modo directo en las relaciones cotidianas si una persona se está comunicando desde su niño interior, desde sus padres interiorizados o desde su adulto y todo lo que esto implica.
Que pueda percibir de modo directo si la vivencia es de guion o es la propia vida.
Que pueda intervenir a tiempo y modificar la situación en el sentido deseado por su propósito vital más significativo.
Que adquiera destrezas que le permitan detener los comportamientos compulsivos de guion en sí mismo y advertirlo en las otras personas con el objetivo de invitarlas a abandonar la vivencia de guion.

Programa
Módulo I. Qué es el análisis transaccional.
Antecedentes.
Eric Berne.
Influencia del AT:
AT como modelo de trabajo psicoterapéutico en grupos familiares
En grupos terapéuticos semanales
El AT se convierte en el principal sistema de coaching empresarial en todo el mundo: “yo gano/ tu ganas”. Los sistemas “ganar-ganar”
Módulo II. El AT y sus legados.
Un nuevo concepto en la terapia y en el sentido común social: “El niño interior”
La terapia del niño interior.
EL AT origen y núcleo duro de las constelaciones familiares: del guion familiar al sistema familiar y los asuntos transgeneracionales.

Módulo III. Introducción al A. T.
Conceptos fundamentales.
Los “estados fluctuantes del ego”
Lectura psicorporal:
Identificación intelectual de los estados fluctuantes del ego.
Identificación psicocorporal de los estados fluctuantes del ego.
Identificación de los estados fluctuantes del ego en el espacio.
Psicogeografía de los estados fluctuantes del ego.
Los estados fluctuantes del ego y el sistema representacional
Identificación de los estados fluctuantes del ego en la gestualidad
Identificación de los estados fluctuantes del ego en la expresión verbal
Identificación de los estados fluctuantes del ego en la interacción.

Módulo IV. Experiencia y lectura corporal y espacial:
Cómo entrenar a un niño/a para fracasar
Cómo entrenar a un niño/a para no fracasar
Cómo entrenar a un niño/ para no tener éxito
Cómo entrenar a un niño/a para tener éxito

Módulo V. Trabajo en la mente inconsciente y en el espacio
La grabación temprana del guion familiar en la mente del niño
La mente del niño y el estado alfa de trance del cerebro humano
Cómo graba información el niño
La experiencia y la grabación de significados

Módulo VI. Estructuración del tiempo en la mente  niño/a
La emoción prohibida de nuestra familia: el “truco”.
Como correr detrás de premios por ir contra nuestro propio interés y voluntad.
Repetición compulsiva de la experiencia
Psicogeografía de la experiencia emocional
La emoción en la interacción
El guion de vida
Cómo saber que estoy viviendo el guion y no mi vida
Experiencia psicocorporal y en el espacio:
Quién decide por mí cuando parece que decido yo.
El guion aplicado: amor, sexualidad, vida afectiva, relaciones sociales, finanzas, empresa, familia, salud y enfermedad, hechos fundamentales: trabajo, casamiento, divorcio, muertes.
El guion personal de vida y el sistema representacional.
El guion y el sistema familiar de las constelaciones: similitudes y diferencias
El descubrimiento de Hellinger (creador de las constelaciones familiares y terapeuta familiar con PNL y AT durante años).

Módulo VII. Arqueología de la mente; experiencia de recapitulación y reimpronta.  (Psicocorporal y espacial).
Análisis del guion.
Psicogeografía del guion
El triángulo dramático
Experimentar el triángulo en las propias células y salir de él.
Cómo salir del guion
La buena vida
Psicogeografía de la buena vida
Imágenes y sistemas representacionales de la buena vida.

Tipo de aprendizaje: Significativo.

Se refiere a la posibilidad del alumno de relacionar el conocimiento con lo que ya sabe, de forma sustancial, adquiriendo la nueva información un sentido, otorgando un valor significativo a lo que se aprende.
Se desarrolla en el plano del ser, encontrando la autorrealización del estudiante porque el conocimiento involucra al estudiante en su totalidad: cognitivo, socio - afectivo, actitudinal y psicomotora.

25 de marzo de 2017
22 de abril
20 de mayo
17 de junio
15 de julio
19 de agosto
(Este programa puede verse alterado en el orden por la propia dinámica del grupo. El trabajo es intelectual, pero por encima de eso es experiencial. En las diversas estrategias se vivencia corporalmente los conceptos vitales del AT)

Estamos en Xalapeños Ilustres 88, col. Centro - Xalapa
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