sábado, 23 de diciembre de 2023

Constelaciones familiares y Feng Shui Héctor D'Alessandro

Constelaciones familiares & Feng Shui

Héctor D’Alessandro

Las constelaciones familiares y el feng shui se apoyan mutuamente desde hace muchos años. Son muchos los asesores de feng shui que se han sentido inclinados a aprender al menos lo básico de las constelaciones para entender con mayor profundidad su propio trabajo. Y en términos generales se puede decir que el asesor en feng shui que sabe, aunque sea algo de constelaciones, es un mejor asesor de feng shui.

Del mismo modo el constelador o la consteladora familiar y/u organizacional que sabe de feng shui, es realmente una mucho mejor consteladora o constelador.

Solo por mencionar un ejemplo importante, sepan que el edificio de la sede en Hong Kong del HSBC Bank construido por el arquitecto Norman Forster, fue supervisado en su distribución y los detalles específicos en el espacio, orientación y objetos, líneas de construcción y materiales, por un experto en feng shui, el geomántico chino Lung King Chuen, (Chatwin, B., 2003).

Sede del HSBC BANK en Hong Kong


Voy a exponerles un caso: un mujer siente que está frenada en lo económico y en lo profesional.

Se indaga a fondo en la conversación previa a la constelación y se puede determinar que con bastante aproximación hay una carga sistémica ancestral. Se realiza la constelación, y la mujer siente que hay avances en su vida profesional y también en términos financieros.

Pasado un tiempo vuelve a constelar, pero ahora viene conmigo y se le pregunta sobre la disposición de su casa. Y es entonces que nos enteramos que en la parte de la profesión, es decir a la entrada de la casa, vive un inquilino que hace ocho años que no le paga el alquiler, que ha hecho diferentes juicios sin éxito, incluso ha sido amenazada.

Olvídense del transgeneracional o si esto viene o no de allí, imaginen por un momento el estrés absoluto derivado de esta situación abierta, agresiva y de momento sin posibilidad de cierre.

A veces, es más sencillo: la persona no tiene pareja y puede que muchos terapeutas indaguen ese tema tan manido en México del famoso “linaje de mujeres solas”; se constela al fin sin éxito.

Pero al observar la casa en la que llevan tres generaciones viviendo todas esas mujeres solas, se observa que el área de la pareja está afuera del plano rectangular debido a una construcción arbitraria del arquitecto diseñador, esa zona está “en el aire” porque además es una zona que está en un balcón y en el punto exacto la familia archiva triques o cachivaches.

Estas dos herramientas van de la mano porque son propias de la "inteligencia múltiple" conocida como “visual espacial” (Gardner, H., 2015). Buena parte de los seres humanos desarrollan de manera natural estas dos destrezas, o sea que, si ya conoces una de ambas herramientas y te mueves en ella con cierta facilidad, la otra, se te dará por añadidura.

Inscríbete a nuestro próximo taller en línea, el 10 de enero 2024, al whatsapp (52) 2281 78 07 00

 

Chatwin, B., (2003) ¿Qué hago yo aquí? El Aleph Editores. España.  

Gardner, H. (2015). Las inteligencias múltiples. La teoría en la práctica. Paidós. Argentina

 

 


miércoles, 13 de diciembre de 2023

Las familias sobre las cuales pesa una maldición. Héctor D'Alessandro

En el pensamiento sistémico familiar que arranca con Hellinger “forman parte” de nuestra familia todos aquellos parientes consanguíneos y políticos, vinculados por algún tipo de contrato (matrimonial, por ejemplo), promesa o juramento, y esto parece bastante obvio, pero el creador de las constelaciones familiares y organizacionales agrega al sistema a todos aquellos que nos han afectado de alguna manera y a todos aquellos que han sido afectados por el accionar de algún integrante de nuestra familia. 
 Así, por ejemplo, a veces una chica no logra conseguir pareja y sistémicamente está siendo afectada (a través del proceso complejo llamado “lealtad”) por la presencia en el pasado de una antigua, novia, ex esposa o amante de su padre que se alejó con despecho y rencor y su herida aún no acaba de sanar.
 Un hecho realmente muy destacable por sus consecuencias tanto a largo plazo como por su intensidad emocional lo representa una “maldición” en una familia. Es decir, algún tipo de deseo maligno o negativo que alguien profirió en voz alta o lo deseó fuertemente en la soledad de su rencor de manera continuada y, en todos los casos, muy cargado de una emoción negativa. Digamos que cuando lo dijo, lo dijo convencido emocionalmente. Si nos deseó la muerte, no las deseó de verdad; si nos deseó mala suerte, la deseó de verdad, y así sucesivamente. 
 En las constelaciones familiares se registra que estos hechos tienen amplias consecuencias. La buena noticia es que siempre a partir de algo malo que sucedió podemos transmutar en algo bueno para nosotros y para las futuras generaciones. Por eso te sugerimos constelar. 
 Nos puedes contactar al (52) 2281 78 07 00

domingo, 10 de septiembre de 2023

Un constelador no puede no estar en amor, no puede no ser próspero, no puede no tener salud. Héctor D'Alessandro

Constelaciones familiares. Estar en el propio lugar es estar en el lugar donde hay amor, salud y abundancia económica.

Un constelador no puede no estar en amor, no puede no ser próspero no puede no tener salud.

De otro modo, lo que sea que esté haciendo no son constelaciones, son otra cosa.

Porque el trabajo de constelaciones te lleva a alinearte con las fuerzas más poderosas del universo material en el que vivimos por encima de la fuerza de gravedad: la constante (k) única inevitable.

El respeto al equilibrio, el orden y la pertenencia en la interacción cotidiana, informado por tu sentir a cada momento, te alinea con estas fuerzas.

Si quieres volver a estar alineado con las fuerzas de la prosperidad abundante, el amor con mayúsculas y la salud, únete a nuestros talleres especializados.

Héctor D’Alessandro

(52) 2281 78 07 00



 

 

lunes, 21 de agosto de 2023

Constelaciones familiares: Nadie puede estar enojado todo el tiempo Héctor D'Alessandro

Tampoco es posible estar alegre, entusiasta, intenso, con miedo o triste todo el tiempo. Las emociones surgen y desaparecen, una y otra vez, y cuando son verdaderas tienen un objetivo. El miedo por ejemplo nos hace tomar medidas ante el peligro: huir, atacar o hacernos el muerto, quedándonos congelados. Todo esto procede de nuestro cerebro primitivo, de nuestra dimensión animal.

Las emociones duran segundos o minutos, cuando entramos en un periodo prolongado en el cual vamos sintiendo una y otra vez una emoción, le llamamos “estado emocional”. Pero no es normal estar años sintiendo ese estado emocional como nuestro modo de sentirnos, de experimentar la vida y como el modo de preferencia por el cual nos conocen las demás personas.

Cuando decimos de alguien: “él/ella es así”, sepan que estamos diciendo algo que no es verdadero. Nadie es triste o alegre o enojado o rencoroso como personalidad habitual.

Es solo un estado en el cual la persona se ha quedado “clavada”, fijada, congelada. Hay distintas maneras de llamar a este fenómeno.

A veces, ese estado habitual se ha fijado desde la infancia: habrán visto muchas personas que están “alegres” todo el tiempo, y quieren animar la fiesta y ser el primero en desviar la atención hacia algo más positivo en cuanto se presenta un malestar, una incomodidad, un desacuerdo en un grupo. Esas personas no son alegres. Han aprendido, muy posiblemente en su hogar, que deben sentir esa emoción de “alegría” o la mímica de la alegría, en lugar de la emoción negativa de la que se trate.

En este caso hablamos de una emoción falsa, que fue aprendida para ponerla en lugar de lo que realmente sentimos.

Hellinger, el creador de las constelaciones, fue mucho más allá, y nos mostró cómo identificar cuando una persona está viviendo algo que no le pertenece. Literalmente está viviendo una emoción que le pertenece a otra persona. Es leal (mala palabra en constelaciones familiares) a un antepasado y está viviendo lo que el otro vivió y no pudo procesar y transmutar.

Así entonces, un señor hace muchos años quebró económicamente su empresa y nunca pudo recuperarse, y a su nieto no solo le cuesta mucho llevar adelante un proyecto financiero exitoso, sino que está todo el tiempo enojado y con la sensación continua y subterránea de impotencia ante lo eventos.

Hasta que un día siente: que lo que experimenta es raro o extraño y que no le corresponde a él o a ella vivirla, y comienza el ciclo de liberación.

Las constelaciones familiares te pueden ayudar a desmontar y liberar estas energías falsas o producto de lealtades, en una sola sesión. Así podrás vivir al fin tu vida y tu destino, que es lo que has venido a vivir realmente.

Puedes contactarnos al (52) 2281 78 07 00



 

 

sábado, 19 de agosto de 2023

El problema de no vivir la propia vida Héctor D’Alessandro

Cuando uno no vive su propia vida, experimenta emociones que no son propias o directamente son falsas.

Y no necesariamente tiene que venir el problema de la familia.

Recuerden que a veces ustedes le prestan dinero a alguien, y esa persona luego no puede devolverlo.

Al cabo de un tiempo, esa persona les muestra enojo. Cuando lo más probable sería que ustedes estuvieran enojados con el deudor o la deudora. Pero se da al revés.

¿Por qué sucede eso? Por una cuestión de economía emocional: sale más a cuenta andar enojado y con cara de amargado todo el día que sentir vergüenza social y tener la sensación de que todo el mundo te señala.

Algunas personas, lamentablemente se pasan la vida entera viviendo en ese modo: enojados en lugar de sentir lo que verdaderamente pasa por su propio interior.

El problema es que llegan al final de la vida, como Iván Ilich, el personaje de Tolstoi, y no se han conocido a sí mismos: han vivido una vida triste e inútil.

Esto lo vemos cada día y hay muchos ejemplos: las parejas que se odian luego de haberse amado, porque no pueden hacer frente juntas al dolor. La persona que hirió o humilló y lastimó fuertemente a otra y en lugar de sentir su culpa y disculparse, habla mal de la otra y de lo tonta y victimista que es la otra persona.

Por eso, para volver a sentir lo que realmente sientes y vivir tu vida, te invito a hacer constelaciones familiares

(52) 2281 78 07 00




domingo, 30 de julio de 2023

Cómo saber si estoy viviendo mi vida o la de un antepasado Héctor D'Alessandro

Hellinger da indicaciones claras como por ejemplo que sientes que aquello que estás experimentando es “raro” o “extraño” y no sientes que tengas que vivirlo, sino que esa vivencia le pertenece a otro.

La fundadora de la Psicogenealogía, Anne A. Schutzenberger, y diversos seguidores como Sellam o Didier Dumas, aportan datos interesantes como la repetición de sucesos en las mismas fechas que le sucedieron a tus antepasados. Lo llaman “activación de la memoria de aniversario” (Schutzenberger) y aportan datos muy concretos:

Ø  repetición de una fecha o proximidad de hasta siete o diez días en las fechas

Ø  repetición de un mismo nombre. Te bautizan en honor a un antepasado con su mismo nombre, y ya de paso te cargan con su destino. Cumples 27 años de edad y te sientes deprimida y con deseos de morir y averiguas que te llamas igual que una abuela que se suicidó a esa misma edad.

Ø  Gran parecido físico con algún antepasado/a, similitud reconocida por la familia.

Las constelaciones familiares tienen una enorme ventaja por encima de los datos y es que encuentra rápido de modo energético, emocional y espacialmente la información, sin necesidad de conocer la anécdota ni de tener una acabada y sofisticada teoría en torno al fenómeno.

Para romper con todos estos destinos ajenos, puedes constelar, darle su lugar a esa energía de repetición y despedirla para que no se repita en tu vida ni en la de tus descendientes.

Llámanos al (52) 2281 78 07 00

Héctor D’Alessandro



lunes, 24 de julio de 2023

Desorden familiar Constelaciones familiares en México Héctor D'Alessandro

Desequilibrio sistémico: el tercer tipo de asuntos que tratan las constelaciones familiares

El desequilibrio se da cuando se romper el llamado “orden del equilibrio”. Y este dice que cuando un sistema familiar u organizacional funciona de un modo adecuado, todos toman y dan lo que pueden y deben tomar o dar.

En constelaciones no se habla del tan manido como cristiano y new age “dar y recibir”. La experiencia sistémica indica que, en los sistemas, las personas, para vivir en armonía, dan lo que pueden o deben dar ósea, si me piden una cantidad de dinero prestada y es un amigo y yo puedo prestar ese dinero sin menoscabo personal, está bien que lo haga porque puedo hacerlo, y si soy padre de un niño que depende de mí, es obligación mía darle todo lo que sea necesario para que viva bien. En materia de “tomar”, usamos este verbo en lugar de “recibir”, porque la experiencia sistémica muestra que nadie recibe nada que no fuera suyo desde tiempos inmemoriales, por lo tanto, las personas no recibimos por la gracias de San Universo, tomamos lo que es nuestro.

En consecuencia: cuando se produce un desequilibrio sistémico familiar es porque alguien está dando lo que no puede o lo que no debe dar. Ejemplo: unos padres ya han criado a sus hijos y estos son adultos y pueden valerse por sí mismos; un día a uno de esos hijos se le ocurre que tiene un gran negocio entre manos, le pide dinero a su padre, éste duda, no sabe si darle el dinero, tampoco tiene demasiado, apenas unos ahorros, y, sin embargo, como es su hijo, se lo da.

Acaban todos en bancarrota. Esto es lo que pasa cuando das lo que no debes dar y en este caso además no puedes dar. Pero la conciencia sistémica, que prima la unidad del sistema por encima del bienestar, te engaña con muy buenos argumentos, que ni siquiera son tuyos y das el mal paso. No obstante, antes de entregar el dinero te tiembla la mano y sigues dudando en hacerlo, es tu yo verdadero que te está advirtiendo, pero caes igual en manos de fuerzas sistémicas muy poderosas y mucho más fuertes que tu fuerza de voluntad individual: la fuerza de voluntad es una de las fuerzas más débiles del planeta.

El otro, que recibe tu dinero, también pierde, porque está tomando lo que no debe y en este caso tampoco no puede.  

Detrás de esto está la mayoría de los fracasos económicos: tomas tu decisión desde una sub-personalidad interna tuya que no está capacitada para decidir si es acertado dar ese paso.

Les voy a poner un ejemplo que yo viví: en Barcelona, España, me vino a ver una señora de Jerez de la Frontera que tenía a “su niño” en el sofá todo el día, fumando y sin hacer nada, sin fuerzas (la característica más notoria del desequilibrio) a pesar que era un artista plástico conocido y sus cuadros se cotizaban muy bien. Ella le daba de su exigua pensión para que se comprara dos cigarritos al día. Pero ya no podía más. Así lo dijo.

La constelación sirvió a la clienta a efectos de comprender y sentir en el alma que ya no debía contribuir más a la debilitación total de su “niño” (de cuarenta y ocho años, por cierto). Haré de tripas corazón, me dijo, y le diré que ya no más.

Al tomar esta decisión, “su niño” se levantó del sofá, volvió a exponer sus obras y a venderlas y en cosa de tres meses se alquiló su propio apartamento, compró un coche de segunda mano, sacaba a pasear a su madre y le hacía regalos de dinero.

Si ella, o él, da igual quién tome la iniciativa, no da el paso para romper el debilitante desequilibrio, esa situación, como en muchos otros tristes casos, se hubiera prolongado toda la vida. Se trata de ese tipo de familias que las vemos destruirse y agonizar durante décadas sin salir de un limbo deprimente y de los cuales nos preguntamos qué les paso, porque se vinieron abajo y se abandonaron a morir literalmente.

Este ciclo se puede romper en una sola sesión de constelaciones familiares. Para sesiones individuales, trabajo de grupos y formación como facilitador/a, comunícate conmigo al (52) 2281 78 07 00

Héctor D’Alessandro



 

domingo, 23 de julio de 2023

Lealtad familiar y exclusión. Dos palabras terribles en Constelaciones familiares.

En el caso de la exclusión, que es el segundo tipo de desorden familiar, luego del ya mencionado “desorden sistémico familiar”, significa por definición que alguien vive la vida de otra persona (que puede estar viva o muerta), y que cuando lo vive siente y manifiesta en la consulta: uno: que lo que vive es “raro o extraño”, primera señal de alarma, y segundo: que lo que vive “no tiene por qué vivirlo, tiene la conciencia de estar viviendo algo que le pertenece a otro integrante de la familia”.

Ejemplos: un muchacho se presenta a la consulta porque le dio un ataque de asma, cuando nunca antes la padeció, en una fecha concreta de enero y a los 29 años de edad: preguntado sobre si tiene algún pariente muerto por asfixia, por ahogamiento o en las cámaras de gas de los alemanes en la II guerra mundial, contesta que: sí, su abuelo materno murió a los 29 años de edad, en la misma fecha de enero en que a él mismo le dio un ataque de asma, asfixiado por los gases amoniacales alemanes en 1917 en el frente belga. Y que sus retatarabuelos (hombre y mujer) murieron guillotinados en la mañana del mismo día de enero en 1790. El paciente, decimos los consteladores, es “leal” a sus antepasados y vive algo idéntico o su equivalente simbólico. Y lo hace a la misma edad que uno de los antepasados y a la misma edad y en el mismo día: esto se llama, en la teoría de la Psicogenealogía, creada por Anne Ancelyn Schützenberger: activación de la memoria de aniversario.

En otro caso, un ciudadano alemán va a constelar con el propio creador de las constelaciones, Bert Hellinger, porque entre los 42 y los 46 años estuvo conviviendo con otro hombre y tuvo una relación amorosa con el mismo. Al revisar el sistema familiar, se detecta que el único tío paterno que tiene, es homosexual y en esos años (entre lo 42 y los 46 de edad del tío) fue expulsado de la familia.

Aquí el dolor de la exclusión es por el sentimiento de vergüenza social.

Para detectar una “lealtad”, es conveniente revisar algún vínculo con la fecha de nacimiento del antepasado al que se es leal, tener el mismo nombre de ese antepasado y un parecido físico notable reconocido por la misma familia.

Si reúnes algunas de estas condiciones o sientes que verdaderamente no estás viviendo tu propia vida, sino que estás en un viaje ajeno, consúltanos, podemos dar solución a esta situación en menos de una hora, lo que dura la cosntelación familiar.

Héctor D’Alessandro

(52) 2281 78 07 00



sábado, 22 de julio de 2023

Cuando tu marido está más pendiente de su madre que de ti: desorden familiar

Cuando tu marido en la madrugada, ante un llamado telefónico de su madre, a raíz de un problema menor, abandona el hogar y se va a atenderla, hay un desorden familiar.

Cuando en todos los casos está más pendiente de ella que de ti, estamos en presencia de un desorden familiar.

Energéticamente no es el hijo de su madre sino su marido.

Razones para esto, que, de pequeño, por abandono o ausencia emocional del padre, haya asumido ese papel dentro del contexto familiar. Que el padre haya muerto y debió sustituirlo. Las causas de la sustitución pueden ser múltiples; el caso es que no puede comportarse al cien por cien como un marido de su propia esposa, porque aún sigue siendo energéticamente el marido de su propia madre.

Esta situación tiene solución en las constelaciones familiares. Es interesante que tú como esposa inicies pasos terapéuticos para solucionar esto, pero más importante es que sea el hombre quien tome conciencia y avance en ese sentido.

Esta suerte de disfuncionalidad sistémico familiar tiene solución en las constelaciones familiares; de hecho, es uno de los tres tipos de casos codificados por esta disciplina, es conocido como “desorden”.

Puedes llamarnos o enviarnos un whatsApp al (52) 2281 78 07 00


 




viernes, 21 de julio de 2023

Desorden familiar: Cuando alguien ocupa el lugar de otra persona en una familia.

Imaginen una situación en la cual una familia tiene cuatro o seis hijos: niñas y niños; y cierto día el padre les dice a todos mientras miran la televisión en el living “Ahora vuelvo, voy a comprar cigarrillos”.

Y nunca más se sabe nada de él. Puede haberse ido a otro país, puede que lo hayan secuestrado, etc. Nada se sabe.

Pero si la madre energéticamente lo permite, sucede algo: un hijo o una hija toma el lugar del padre en el sistema familiar.

Vamos a suponer que lo hace una de las niñas: no importa si se trata de la mayor, de la menor o de una hija de las del medio.

Luego de que la hija pequeña, pongamos de ocho años de edad, ocupa el lugar del padre, unos sucesos extraños empiezan a suceder: solo para empezar, la madre nunca más tiene pareja.

Y si le preguntamos a la señora, obviamente ella se va a revestir con los más elevados valores de los que la sociedad puede proveerla. Yo me dediqué a trabajar, dirá, por el bien de mis hijos.

Eso no es verdad. Porque hay mucha gente que trabaja y mucho y sin embargo tiene pareja.

Lo que sucede es que el lugar de la pareja ya está ocupado. Está ocupado por la hija pequeña.

Y tan ocupado está y con tanta convicción que la hija desarrolla un cuerpo masculino, le salen patillas, bigotillo y comienzan a atraerle amorosamente las otras chicas.

Pasan 35 años, y la chica, ya adulta viene a hacer una constelación familiar con nosotros.

Una semana luego de la constelación, nos llama: Oiga, dice, paso algo muy raro. ¿Qué? Mi madre tiene novio. ¡Oh! Pero hay algo más: A mi ya no me interesan las chicas. ¡Oh! Y algo aún más interesante: ¿Qué? Dejé a mi pareja y comienzan a interesarme de nuevo los hombres. ¡Oh!

Eso es el resultado de haber vivido tres décadas ocupando el lugar de otra persona, y además esa persona es de otro sexo. Esto es lo que usualmente llamamos en constelaciones familiares “desorden familiar”. Alguien ocupa el lugar de otra persona de la familia.

Este es un caso extremo, no siempre tiene por qué suceder de este modo. Cada familia es original en sus resultados.

Pero, antes de despedirnos, un regalo más: ¿Cómo saber si tu marido está ocupando el lugar del padre en su familia de origen?

Es muy fácil: si la madre llama a tu marido a las 3 de la madrugada y le dice quejosa que tiene un problema, por mínimo que sea este, ay, me rompí una uña.

Tu marido saldrá corriendo sin importar la hora a atender a su madre. Y, ¿por qué lo hace?

Porque no es su hijo desde hace muchos años, energéticamente es su marido, por eso acude corriendo a atenderla.

Si tienes un problema como este u otro similar y dudas sobre si es algo que se pueda solucionar con constelaciones familiares, llámanos, podemos atenderte presencial o en linea.

Héctor D'Alessandro (52) 2281 78 07 00