miércoles, 4 de diciembre de 2019

lunes, 2 de diciembre de 2019

Cuando el hombre y la mujer están del lado bueno del corazón

Cuando el hombre y la mujer están del lado bueno del corazón.
Héctor D’Alessandro


Cuando el hombre en su corazón no está al lado de su padre sino al lado de su madre, las mujeres lo desprecian, abusan de él y en general lo vampirizan energéticamente; pero no cualquier mujer sino mujeres que en lugar de estar del lado de la madre están del lado del padre. 
 Ellas buscan al “hombre” verdadero allí, en un hombre debilitado, porque en el fondo su miedo a la intimidad real con la energía masculina les dice que allí no lo van a encontrar, entonces se entregan a juegos manipulativos con ese hombre hasta que se cansan, y se cansan porque las compulsiones y los juegos nunca sacian verdaderamente.
 Si por una casualidad llegan a entrar en conexión con un hombre que está al lado de su padre en su corazón o que momentáneamente ha conectado con esa energía, éste suele ser el que le fabrica los hijos que ella criará en oposición al padre; con quien están en connivencia emocional pero no en intimidad sana y por lo tanto tienen que seguir el juego de fingir buscarlo allí fuera, justo donde no está. 
 Cuando encuentran a ese hombre que está al lado del padre, o logran conectar con esa energía, no pueden estar en paz y se entregan en muchos casos a buscar otros hombres con quien comparar, como si dijeran: "Mira papá, este otro es mejor que tú, ¿a ver si puedes alcanzar este nivel?” 
 Si el hombre está verdaderamente al lado del corazón de su padre, se retira del juego, si se queda y entra en el juego compulsivo, acaba agrediéndola y ella confirma que los hombres son malos o tontos o abusivos, etc. 
 La mujer que está en el lado masculino del poder del amor puede tener un tremendo éxito social, porque necesita muchos padres para no escoger quedarse con ninguno.
 Puede tener incluso un tremendo éxito profesional, pero se sabotea no cobrando o teniendo pérdidas monetarias constantes; la energía, la del dinero, justamente, que procede de la madre. 
 Los hombres que en lugar de estar al lado del padre están al lado de su madre buscan mujeres como las anteriores y las sirven sin medida acabando extenuados y decepcionados y evidentemente confirmando que las mujeres son todas malas, etc. 
 Son menospreciados por las mujeres, en las fiestas se burlan públicamente de sus aparentes defectos. No son honrados por la energía femenina. Cuando la mujer que está del lado de su padre lo provoca suficiente, se retira deprimido y busca “terapias” o “coachs” fortalecedores del ego, aquel que tan bien interpreta Tom Cruise en “Magnolias”. 
 Si entran en contacto con mujeres que verdaderamente tienen su corazón al lado de su madre, las encuentran sosas y se hacen sus “amigos”. 
 El hombre que está en el lado femenino del amor puede tener éxito económico pero acaba arruinándose con alcohol, drogas o meros problemas aparentemente casuales y del día a día; es el precio que se le paga al lado negado. 
 Todos por igual juegan el juego de los límites antes que experimentar la intimidad real que enaltece al ser humano, que lo vuelve precisamente humano, lo vivifica y lo direcciona. 
 Mujeres masculinas que están del lado del padre, en sus momentos críticos pierden la conexión emocional con sus hijos en caso de tenerlos y puede que hasta los abandonen.  
 Hombres femeninos que están del lado de la madre, en sus momentos críticos se recluyen y abandonan el contacto con otros seres auténticamente nutrientes, se vuelven cínicos.  

 Ambos por igual en el nivel físico tienen un caminar y un acercarse a la gente de modo sinuoso, no caminan en reuniones de modo directo sino que deambulan en curva; ese es su modo de acercarse tanteando el terreno a las energías tan temidas. Tienen los amigos parcelados en grupos a los que no contactan entre sí porque en su corazón están divorciados el padre y la madre. 
 Requiere honestidad y a veces muchos golpes de la vida para decidirse a tener al padre y a la madre en el corazón y aún así estar del lado del progenitor del mismo sexo. 

 Esta decisión produce poder inmediato y una rectificación profunda de todo el estilo de vida y relacionamiento con los otros y consigo mismo; pero el premio es grande y vale la pena asumirlo como el don que realmente poseemos por derecho natural aunque por circunstancias biográficas, momentáneamente, lo niegues. 
 Lo primero que harás nada más llegar a este puerto seguro es ver con absoluta claridad qué hombres están del lado de su padre y qué mujeres están en el lado de su madre. 
 A partir de allí la realidad comienza a leerse de otro modo dejas de amar con el amor que enferma, reparando en las personas lo que no aceptabas en tu padre o en tu madre, dejas de intentar revivir a tus padres en otros para que vivan como a ti se te antoja y pasas a experimentar que amar la vida y a las personas es fácil. El premio es una vida con sentido y dirección y con un éxito que no narcotiza las emociones sino que las intensifica en un nivel más elevado de integración. 
 Si actúas desde tu poder real todas tus acciones tienen éxito porque son por naturaleza regalos de sabiduría que has aprendido a regalarte. 
Los invito a ser felices.

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