Estamos en un cambio de época, antes que en una época de cambios; y la más grande crisis masiva no es de valores; estamos ante una crisis de capacidades. Las que se poseían, ya no sirven. Y muchas personas consideran que su capacitación es óptima porque saben muchas cosas, pero la realidad es que no saben "hacer" casi nada.
En doce años nuestro planeta verá la destrucción del 47 % de
su mercado laboral; muchas de las profesiones actualmente existentes habrán
desaparecido. Hagas lo que hagas necesitarás de algunas habilidades excelentes
que estén activas en ti, no que las conozcas como quien conoce una lista de
capitales de países.
El Coaching está primera en todas las listas como la profesión
de profesiones del futuro (porque está centrada en el conocimiento de "hacer y cómo hacer las cosas"), y los intelectuales más renombrados del mundo han
hecho una lista de trece habilidades (activas, no memorizadas) que se puedan
checar en tu desempeño profesional, todas ellas son activadas por el trabajo
profundo de coaching.
Vamos a verlas en detalle.
1. Transformadores.
Toda nueva era necesita expedicionarios que abran camino.
Un coach es en sí mismo un agente transformador de primera línea
en la nueva sociedad. El desarrollo de capacidades prospectivas estratégicas y
la adquisición de herramientas para explorar capacidades, recursos, y
situaciones futuras está en la base de la formación como coach.
2. Expansionistas. En
un entorno cambiante y en crecimiento, se necesitará el talento de adaptarse rápidamente
al mismo.
Los grandes marcos de la intervención coaching están basados
en el encuentro de soluciones frente a problemas y aprendizajes frente a
fracasos. La capacidad de orientarse hacia la solución en cualquier contexto es
de lo más fácilmente reconocible y la estabilización congruente de la
predisposición más tarde o más temprano se activa en un alumno de coaching
motivado.
3. Maximizadores.
La habilidad de sacar todo el partido a procesos, situaciones y oportunidades.
La precisión de análisis de situaciones, procesos y
objetivos es característica del coaching con PNL. Diferentes modelos como el
SOAR (Status Object and Results) el TOTE (Test Object Test Exit) y el SCORE
(Síntomas, causas, objetivo, recursos, efectos) permiten detectar y activar
todas las dimensiones que oportunamente se requieran de una situación.
4. Optimizadores.
Aquellos que son capaces de detectar las variables que producen los mejores
resultados.
Esta habilidad comprende dimensiones que van desde el
análisis corporal para detectar quien es realmente nuestro cliente y quien solo
nos va a hacer perder el tiempo, quién es la mejor persona para un puesto y
dentro de un proceso mayor cuales son las variables que se deben mover o
activar el TOTE es una herramienta imprescindible.
5. Inflexionistas.
En ese entorno cambiante quien sepa ver los puntos de inflexión antes que
otros.
La activación de esta capacidad es de crucial importancia en
la formación de un coach, dado que trabajamos con estructuras de percepción,
actitud y desempeño y aprendemos a indagar en nuestra propia biografía las
características estructurales de nuestros propios puntos de inflexión y el de
las organizaciones a las que pertenecemos.
6. Desmanteladores.
Personas que no solo saben abrir nuevos caminos sino despedir los antiguos con
el menor costo para el ambiente, para las personas y para las organizaciones.
Acompañantes en las transiciones podemos llamarlos. Un área
realmente sensible y en la que se requiere una gran firmeza, fuerza, presencia
y las herramientas adecuadas que en nuestra formación está contemplado.
7. Contraatacantes.
Aquellos que hacen frente a las críticas de los detractores de las nuevas
tecnologías.
Una de las grandes herramientas que maneja un coach es la capacidad
de detección de los núcleos duros y los núcleos blandos del discurso lingüístico.
Un buen coach que maneja con destreza la excelencia lingüística es un creador
de argumentación, este es uno de los motivos principales por el que la PNL ha
sustituido en casi todo el mundo a la antigua oratoria. Puesto que va a la
matriz de la creación lingüística y establece una estructura y unos pasos
operativos a seguir para la modelación del discurso.
8. Corredores
de la última milla. Las empresas se enfrentan al problema de alcanzar al
cliente final.
El trazado final de objetivos y el escaneo de situaciones en
PNL comprende esta dimensión empresarial fundamental.
9. Contextualistas.
Las personas capaces de comprender los entornos en los que cada nueva tecnología
o servicio actuará.
Dimensión crucial de lo que en PNL llamamos estrategia “como
sí”. La capacidad de situarse en esos entornos desconocidos y activar el
despliegue de posibilidades. Nuestro propio contexto es de los de máximo
rendimiento porque las personas continuarán durante siglos queriendo cambiar y
enfrentándose con el destino y con las circunstancias adversas para las cuales
no tienen una solución provista de antemano como una receta. El contexto de
nuestra profesión es el más promisorio de todos.
10. Éticos.
Las nuevas tecnologías y la nueva sociedad hacia la que vamos generará cada vez
más nuevas y más complejas preguntas
Por una resistencia del modo antiguo de sociedad, en este
apartado, los teóricos más importantes sostienen que los nuevos “éticos”, deben
“dar respuestas”. Esta es un residuo del antiguo modo de pensamiento. Nosotros
estamos en la formulación de preguntas que generan la mejor indagación y los
mejores resultados existenciales individuales y organizacionales. Recuerden que
la Edad Media concluyó en Europa cuando los pensadores de la época aprendieron
con Aristóteles a formularse nuevas preguntas; y fíjense qué interesante que el
programa del iluminismo llegó a preguntarse todo acerca de las cusas
antecedentes de los fenómenos. Pero el programa de acción derivado de
preguntarse por las causas eficientes y las causas finales, así como el
cuestionamiento de todas las causalidades formales, parece que aún no ha
comenzado. Esta es la habilidad más evidente de un coach: hacer preguntas. Por
lo tanto, estamos llamados a la formulación de las nuevas preguntas que
generarán, además, nuevos valores.
11. Filósofos.
Aquellas organizaciones que logren articular la mejor fundamentación de su
naturaleza son las que sobrevivirán.
Allí, igual que en el punto anterior, estamos llamados a la
formulación de preguntas interesantes que derivarán en nuevas actitudes, nuevos
comportamientos, nuevas identidades y nuevos valores. Los filósofos que
aprendan coaching serán mejores filósofos, lo miso cualquier profesional de
cualquier área.
12. Teóricos.
Los que formulan las teorías que amparan a los productos.
Otro modo de pensar antiguo para una nueva escala de
habilidades. Muchas veces el producto está antes de que esté la teoría; cuando
Arquímedes se mete en la bañera no conoce la totalidad de su teoría, pero el
desplazamiento de agua, no sabemos si jabonosa, da comienzo a la formulación de
esa misma teoría. En el mundo de la acción,
la teoría viene a posteriori en más de una ocasión. De hecho, el lema actúa
para descubrir, funciona. Así construye su teoría sobre los sentimientos la
humanidad, a posteriori, sabiendo cómo le ha ido en el baile. De todos modos,
aquí el coaching puede proveer sistemáticamente un cuestionamiento radical de
tipo estructural a la construcción de la teoría.
13. Legacistas.
De “legado”, los que se ocupan de lo que se hereda a las nuevas generaciones.
El coaching con PNL tiene todo para aportar en la activación
de esta capacidad, dado que no se formula ningún objetivo en PNL sin
preguntarse sobre su carácter adecuado para el actor principal como para las
otras personas que recibirán los efectos del resultado.
Avda. Américas 286, depto. 1 Col. José Cardel
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