sábado, 6 de mayo de 2017

La estructura de la sanación y el cambio verdadero.

Durante años como facilitador de rebirthing me devanaba los sesos buscando un método que me permitiera calibrar con exactitud si el trabajo que yo había hecho había “entrado” en el cuerpo, en la mente y sobre todo en el inconsciente del cliente, y si el entusiasmo que éste mostraba al término de la sesión se convertiría en un resultado estable y duradero.
Me formé en análisis transaccional, constelaciones familiares y organizaciones, hipnosis ericksoniana y en programación neurolingüística y en estas dos últimas disciplinas, pero sobre todo en la PNL, fue en las que encontré la respuesta.
El cambio y estabilización duradera se puede calibrar en la neurofisiología del cliente.
El cliente me está informando en todo momento acerca del grado de intensidad y profundidad en el que estoy trabajando y su cambio neurofisiológico es el más poderoso indicador sobre qué estoy haciendo, a qué profundidad y de qué naturaleza va a ser su transformación así como el grado de estabilización que se ha conseguido.
Desde hace muchos años me dedico a aplicar estrategias ericksonianas y de PNL a todas las formaciones que imparto y a todas las sesiones, individuales y colectivas que brindo.
Mi objetivo, alcanzado y en continuo desarrollo, es convertir todas las experiencias trabajadas en un resultado medible en términos neurofisiológicos.
En los talleres de aprendizaje que impartimos en la Escuela Internacional de Coaching de Xalapa, facilitamos a los alumnos y alumnas las estrategias para que puedan leer con certeza y exactitud en qué nivel de profundidad están trabajando con el cliente de coaching (sea la que sea la herramienta con la que trabajan, constelaciones, hipnosis, análisis transaccional) y que puedan calibrar el grado de promoción del cambio que han inducido en ese cliente.
No formamos gente que anda intuyendo si lo que hace le sale bien o no, damos una enseñanza precisa que permite medir al milímetro el grado en que su trabajo resulta eficaz.
La conciencia por sí sola no genera cambios; ni porque te lo griten al oído muchas veces ni porque te lo digan con “amor”. El cambio se genera con un buen mapa de rutas sobre el trabajo en el inconsciente y con el Ser de las personas. Saber qué significa ese modo de respirar que tiene el cliente en cada momento, qué significa ese gesto que está allí presente de modo involuntario, si las pupilas se dilatan o no, si el cutis cambia su tonalidad y otras variables a observar son los indicadores exactos que permiten a nuestros alumnos saber siempre dónde están con su cliente, dónde quieren llegar y si el cambio inducido va a tener efecto.
La sanación y el cambio de las personas tienen una estructura, y es posible leerla.
Héctor D’Alessandro

Escuela Internacional de Coaching de Xalapa
Xalapeños Ilustres 88. Col. Centro Xalapa. Veracruz
Teléfono: 2281 82 88 84 

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